viernes, 10 de junio de 2011

Creo que es un buen momento de decir...

En esta entrada, tengo que anticipar, que realmente estoy dolido. Nunca me interesaron las cosas que me parecen innecesarias y estúpidas. Pero cuando eso tiene control sobre mí, la frustración, me agobia. Puede ser que desde hace un rato, que no me peleaba con mis viejos, pero hoy, literalmente, me dieron asco. Verán, mi viejo, es un tipo carismático, que la rema, el estereotipo de viejo copado. Últimamente le despertó el político de adentro y decidió hacer eso. Muchos ideales, sueños, fantasías acarrean esta profesión. Tuve la esperanza de que verdaderamente cumpla con mis expectativas en pensamientos, actitudes, etc. Pero mientras más aprendo, parece molestarle más. Supongo que siempre prefirió a mi otra etapa. No sé por qué, pero lo prefiere hasta hoy en día. Suele criticar el hecho de que no me hagas más amigos de los que ya tengo, de por qué no quiero tener novia, por qué, por qué, por qué. Hasta hace poco, lo veía como alguien inteligente, pero esta distinción, le queda un poco grande. Alguien inteligente es aquel que puede observar la situación de todos los ángulos, ponerse en los pantalones del otro (en una contienda y/o pelea), aquel que ve más allá... Miren que verdaderamente me esfuerzo en verlo, pero no lo distingo. Suele hablar de derechos humanos, de que las cosas se resuelven hablando, de cómo la iglesia nos robó tanto, etc. Todo muy lindo, ideales, pensamientos, teoría, teoría y más teoría. Resulta ser, que cuando toca ejercer poder, no es tan así como el lo plantea. Supongamos, que mi casa es un país. Y que mi hermano y yo, somos el pueblo, mi vieja es (o más bien son) los gremios y mi viejo el presidente. El pueblo se manda una cagada, y el presidente momentáneamente la deja pasar, después llega el gremio y dice que no puede ser, que el pueblo está mal criado, etc. Entonces, el presidente obliga al pueblo a pagar por sus actos. En el medio del transcurso de la condena del pueblo, un desastre ecológico le destruye las casas al pueblo y el gremio, como bondadosos que son, ofrecen arreglarlo. El pueblo, sin ver malas intenciones, acepta. Entonces, terminada la condena del pueblo, le salta una cuenta más, ''La reconstrucción de las casas''. El pueblo atónito le pregunta a el gremio que fue lo que pasa, que debía haber un error. Y es ahí donde se revela la verdadera cara del gremio, y responde con un ''Yo les avisé que iban a tener que pagarlo''. El pueblo, enfurecido con la actitud arpía del gremio dice: ''Yo no voy a trabajar por algo, que tendrías que hacer. Tu trabajo, es mi bienestar. ¿Ahora tengo que pagar por eso?'' Entonces, el gremio amenaza con sacarle toda la diversión posible, el único lugar donde el pueblo se puede escapar de su realidad por un segundo, y simplemente, volar... Pero no solo eso, si no que este lugar, fue pagado con los ingresos del pueblo, a lo que estos dicen: ''Bueno, sacame las casas'' y el gremio dice que no, que le va a sacar lo que él quiera. Después de un rato, el gremio, es derrotado por el pueblo, y el gremio se va con la cola entre las patas, pero mostrando los dientes y el deseo de venganza en sus ojos. Está más que claro, que fue a buscar al presidente... Entonces, el pueblo queda en una situación donde es imposible escapar, no puede dar marcha atrás, después de todo, el presidente va a terminar ganándole por más que lo intente. Y no es la clase de presidente que aparenta ser con el mundo, es alguien totalmente hipócrita con respecto a la administración del poder, hace, exactamente, lo que dice odiar.
Mientras que el pueblo reflexiona sobre lo ocurrido, viene un antiguo compañero y le dice que baje la cabeza, que después de todo es autoridad con la que se está tratando, y que una democracia en este país no es posible. El pueblo, muy dolido por no ser comprendido por su compañero, lo rechaza y prefiere reflexionar solo, mirando un monitor. Esperando que tal vez, aunque sea una remota posibilidad, pueda encontrar la respuesta en su mente. Y ahora que lo piensa, tiene razón, la tiene. Pero ¿Vale la pena agachar la cabeza?...
Y sí, es un debate muy grande, demasiado para un pueblo tan joven, probablemente, no lo pueda resolver, pero creo que por ahí se dijo una vez, ''Prefiero morir libre que vivir como esclavo''... El pueblo tiene que reflexionar, y mucho tiempo no le queda...
¿Qué podrá hacer?

Esa, es la situación actual de mi casa. Por ahí se me dijo que son mis padres y los tengo que obedecer, pero, yo voy a obedecer a alguien que respeto y admiro. Que me demuestre que es superior a mi, no en conocimiento, si no que en todos los aspectos. Sabiduría, experiencia, discernimiento... Pero no, solo me demuestran que solo cumplen esas expectativas mediante la palabra... Mi viejo suele decir ''Por sus frutos, los conoceréis'' y cada vez, es más triste ver los frutos de su administración del poder...

Acaba de venir mi vieja a hablarme, la verdad, es que no pude refutar lo que dijo, para donde encaro la charla, tenía razón, pero esa, no fue la reacción que tuvo hace 40 minutos. Desconfía fuertemente del hecho de que lo que diga es verdad, porque bueno, si esa hubiera sido su intención, lo habría dicho en el momento que ocurrió. Por ahora, solo puedo aceptar, ya me superó la situación, si lo que querían era un hijo sumiso que acepte todo lo que le digan, felicidades...
Después de mucho tiempo, pudieron hacerme, realmente infeliz...